El sueño de Lehi, La visión del árbol de la vida

El cuadro que aparece a continuación resalta algunas de las cosas que Nefi aprendió en cuanto al sueño de su padre:
Sueño de Lehi
Símbolo del sueño de Lehi (1 Nefi 8)
Interpretación dada a Nefi (1 Nefi 11–12)
El árbol de fruto blanco (véanse los versículos 10–11)
El amor de Dios, el cual demostró al dar a Su Hijo para que fuese nuestro Salvador (véase 11:21–25; llamado “el árbol de la vida” en 15:22)
El río de aguas sucias (véase el versículo 1312:16)
Las profundidades del infierno en las que caen los inicuos (véase 12:16; llamadas “inmundicia” en 15:27)
La barra de hierro (véase el versículo 19)
La palabra de Dios, que lleva al árbol de la vida (véase 11:25)
El vapor de tinieblas (véase el versículo 23)
Las tentaciones del diablo, que ciegan a las personas de modo que no pueden encontrar el árbol (véase 12:17)
El edificio grande y espacioso erguido en el aire (véase el versículo 26)
El orgullo y las vanas ilusiones del mundo (véase 11:3612:18)
Las personas que emprenden la marcha por el sendero hacia el árbol, pero que se pierden en el vapor (véanse los versículos 21–23)
Nefi vio los siguientes tipos de personas en el sueño:
  • Las multitudes que escucharon a Jesús pero “lo echaron de entre ellos” (11:28)
  • Las personas que crucificaron a Jesús después de que Él sanó a los enfermos y echó fuera demonios (véase 11:31–33)
  • Las multitudes reunidas en un edificio vasto y espacioso para combatir contra los Doce Apóstoles del Cordero (véase 11:34–36)
  • Los nefitas y lamanitas congregados para la batalla y que fueron muertos en la guerra (véase 12:1–4, 13–15)
  • Los nefitas que, a causa del orgullo, fueron destruidos por los lamanitas y degeneraron en la incredulidad (véase 12:19–23)
Las personas que llegan al árbol (y prueban el fruto) asiéndose a la barra, pero que se apartan cuando son objeto de mofa (véanse los versículos 24–25, 28)
Las personas que anhelan el edificio grande y espacioso más que el árbol (véanse los versículos 26–27, 31–33)
Las personas que se asieron a la barra y comieron del fruto; que hicieron caso omiso de quienes se burlaban y no se apartaron (véanse versículos 30, 33)
Los que participan del más grande de todos los dones de Dios: la vida eterna (véase 15:36)