Uno de los hijos del rey Mosíah. Aarón sirvió de misionero, y sus esfuerzos diligentes dieron como resultado la conversión de muchas almas a Cristo.
Fue un incrédulo que procuró destruir la Iglesia, Mos. 27:8–10, 34.
A él y a sus compañeros se les apareció un ángel, Mos. 27:11.
Se arrepintió y comenzó a predicar la palabra de Dios, Mos. 27:32–28:8.
Rehusó ser nombrado rey y, en lugar de ello, fue a la tierra de los lamanitas a predicar la palabra de Dios, Alma 17:6–9.
Ayunó y oró para recibir guía, Alma 17:8–11.
Enseñó al padre del rey Lamoni, Alma 22:1–26.
Fue a predicar a los zoramitas, Alma 31:6–7.